jueves, 26 de marzo de 2009

Nov. 15, 06. Abstencionistas únicos culpables......

¡CULPABLES. LOS ABSTENCIONISTAS, ÚNICOS CULPABLES DE QUE EL FRAUDE ELECTORAL TRIUNFE!
Rómulo Lares Sánchez. 15.11.06

La acción fraudulenta está presente en todos los aspectos definidos en los cronogramas electorales a partir del Referéndum Consultivo de 2003. La realidad electoral ha sido camuflada por la participación en actos electorales de las denominadas oposiciones que, serían declarados nulos de nulidad absoluta en cualquier “estado de derecho”, dando como resultado “triunfos” de las oposiciones, tanto en estados de la talla del “Zulia State” o del “Margarita Island”, como de las alcaldías más importantes y ricas, aquéllas ubicadas en la capital, triunfos que corresponderían con la función de las “hojas de parra” del Sistema Electoral-SE. Adicionalmente es respaldado el fraude del sistema electoral, mediante inversiones monumentales en publicidad y propaganda engañosa, asociada a una perversa creación y manipulación de encuestas, contratadas con encuestadoras nacionales, extranjeras y virtuales, sin embargo, a pesar de la magnitud del esfuerzo, es palpable la correcta percepción del fraude que poseen los ciudadanos.

Tanto la delincuencia organizada que usurpa los poderes públicos nacionales, que ejerce el terrorismo de Estado y sus múltiples aliados disfrazados de oposiciones, como el denominado candidato de la unidad nacional-CUN, coinciden en identificar como enemigo común a los denominados “abstencionistas”. El régimen amenaza a los millones de empleados o beneficiarios de programas del Estado, por el control establecido y la sospecha de la pérdida del secreto del voto, mediante los diversos dispositivos de la automatización electoral: máquinas SMARTMATIC-lotería, computadoras portátiles, capta-huellas, servidores paralelos, como elementos para obligar la participación. El equipo del CUN a su vez también desconoce la trascendencia de la manifestación electoral de unidad del 4DIC05, de rechazo y desprecio por el SE-CNE-VOTO, señalando esa mayoría como “abstencionista”, como responsable de la pérdida de “espacios” (gobernaciones, alcaldías, cuerpos deliberantes de los estados y municipios, Asamblea Nacional), y del eventual retorno del gobernador del Zulia a su despacho en Maracaibo.

El régimen terrorista, estructurado de forma similar al crimen organizado internacional, ilegal a partir del Referéndum Revocatorio-RR1 del 15AGO04, cuando se inició textualmente la usurpación de la Presidencia de la República y se consolidó la del resto de los poderes públicos, se empeña en crear tensiones y estimular el terror en la sociedad civil. Las declaraciones y amenazas tanto del Ministro de la Defensa-MD, como del Ministro del Interior y Justicia-MIJ, y del propio candidato-presidente, pretenden crear una matriz de opinión que tiene como objetivo claro, el montaje señalado y documentado por el equipo dirigido y coordinado por los profesores Manuel Rodríguez Mena y Baldomero Vásquez Soto, miembros de la Cátedra Pío Tamayo, de anunciarle al mundo “la coartada de la matanza”, que estarían dispuestos a ejecutar y que sellaría el avance hacia el control total de la nación y la consolidación indefinida del régimen totalitario.

Por otro lado, el CUN y su equipo de campaña, persistentemente también critican la actitud de importantes sectores de la sociedad civil que rechazan el Sistema Electoral-SE, el Consejo Nacional Electoral-CNE y su perverso producto-VOTO, acusándolos de “abstencionista”, calificativo inaceptable e irrespetuoso por su carga de una supuesta irresponsabilidad ciudadana del votante que decide no participar. Tomemos tan sólo en consideración dos elementos, uno conceptual y otro práctico. El segundo, el práctico, la manifestación ciudadana mayoritaria nacional de rechazo al SE-CNE y a su VOTO-producto, que obligó el retiro de los candidatos del simulacro electoral para la elección de los miembros de la Asamblea Nacional-AN el 4DIC05, que condujo a la proclamación de un solo sector político, deslegitimando tanto la AN como el CNE. El primero, el conceptual, establecido por la Constitución Nacional-CRBV99, que el régimen desconoce eliminando la legítima opción de los ciudadanos de inscribirse o no en el Registro Electoral-RE, que viola cedulando e inscribiendo en el RE de forma automática e ilegal; que no es materia de la competencia del Poder Ejecutivo sino exclusiva del Electoral. La CRBV99 transformó las obligaciones conjuntas, tanto de inscribirse en el RE como de votar, en dos (2) derechos autónomos: 1. Inscribirse en el RE; 2. Votar.

A este cuadro de confusión, de anarquía, se agregan los aportes contradictorios de sectores influyentes y determinantes de la vida política y social, tales como la Conferencia Episcopal y el cardenal Rosalio Castillo Lara; autoridades ejecutivas de países vecinos saludando el nuevo período de Chávez, caso Lula de Brasil; europarlamentarios denunciando la inexistencia de elecciones libres; embajadores europeos, anunciando la contribución de la Unión Europea para fortalecer la “democracia venezolana”; Organización de Estados Americanos-OEA, observando “normalidad”, todos invitando a la participación-votando, como única vía para consolidar nuestra “democracia”, sin percatarse de que, aun en el caso de que las elecciones fueran realmente universales, directas, secretas y , sobre todo limpias, la posición tomada de invitación a participar, pierde toda imparcialidad y adopta el sesgo claro, se parcializa por una de las posiciones políticas actuales en Venezuela, debido a que existe constitucionalmente la opción de participar-no votando, porque la opción de no inscribirse en el RE, como observamos antes fue conculcada por el régimen. La ilegalidad de las actuaciones del árbitro es el centro del debate.

Los tildados de “abstencionistas” son ciudadanos que responsablemente, en base a la ley y a la observación de los hechos, han confirmado el irrespeto con que el SE-CNE-VOTO “administra” la voluntad popular. El convencimiento no es originado por algún dogma o creencia religiosa sino sencillamente por la observación, desarrollo y resultados de las múltiples actividades electorales desde 2002. Mientras tanto, miembros prominentes del comando del CUN, tales como Teodoro Petkoff, no están convencidos de que efectivamente Hugo Chávez, como resultado del RR1, abandonó de forma automática el marco jurídico vigente y el estado de derecho, perdiendo la condición de Presidente, función que usurpa por la fuerza y la complicidad de las denominadas oposiciones, a partir del 15AGO2004.

La autodenominada candidatura de la unidad nacional-CUN pretende desconocer el rechazo que necesariamente sentirán los ciudadanos, por una campaña electoral que acepta la “conveniencia” para el régimen y las oposiciones, de concentrar sus campañas en la “gestión” regional o nacional según el candidato; de no mencionar las razones que realmente justifican el calificativo de “la elección” más importante, aquella donde se decidirá entre democracia y dictadura, han convenido en designar como “tabú” la discusión de las inaceptables condiciones electorales. Se pretende resolver tan delicada y trascendental decisión en un acto electoral cuestionado profundamente; sobre el que expertos de insospechada solvencia ética y profesional, no han dudado en llamar inaceptable por la desviación que sus resultados tendrán sobre la verdadera voluntad de los ciudadanos.

El Zulia no es Venezuela, ni Venezuela es el Zulia. El equipo del candidato Rosales logró efectivamente que en las mesas electorales del Zulia fuese respetada la voluntad de los zulianos. Sin embargo no observan ni reconocen que la popularidad ascendente del candidato Rosales se explica fundamentalmente por el rechazo al régimen absolutista, expresado en la única otra opción con posibilidades/recursos. Explicar la “perdida de los espacios” en función de la “irresponsabilidad” de los abstencionistas para entender el “momento histórico” por una parte y, por la otra presentar como ejemplos los fracasos que las organizaciones electorales de los gobiernos regionales de Miranda, Yaracuy, Carabobo, señalando que no fueron efectivas por culpa de los “abstencionistas”, es una apreciación equivocada. Es cierto que el carácter marcadamente regionalista del Zulia promovió la disposición de los militantes de la causa a entregarse con pasión hasta las últimas consecuencias para defender sus votos. También es cierto que la decisión de acompañar la voluntad manifestada por la sociedad civil de no participar el 4DIC05, representó el “sacrificio” de una docena de diputados principales y suplentes a la espúrea, ilegal e ilegítima AN. ¿Cuál sería el costo político, la simpatía nacional por el grupo zuliano de diputados de la oposición haciendo la comparsa al régimen en la AN, que estarían allí por voluntad del pueblo zuliano a petición de sus líderes, pero en contra de la voluntad del resto de los venezolanos?

Los zulianos saben cómo derrotar al régimen y le enseñan al país lo que debe hacerse. Le presentan como un sacrificio la pérdida de los espacios en la AN; nos recuerdan que de no haber retirado sus candidatos hubiesen quedado como la única representación de las oposiciones en la AN, pero esto hubiera contrariado la voluntad firme de la ciudadanía de “abstenerse”, de rechazar el SE-CNE, mediante la ausencia de aquella pantomima del 4DIC05, cuando se produjo una avalancha de tal naturaleza que mostró si lugar a dudas en todos los sondeos de opinión y encuestas, que el retiro de los candidatos de las denominadas “oposiciones” era obligado, ante la certeza de no obtener respaldo alguno para ocupar asegurar ningún escaño; la demostración fue severa para aquellos que desafiaron la voluntad popular; tales fueron los casos del ex parlamentario y ex gobernador del Estado Bolívar, Andrés Velásquez, del candidato a alcalde del Municipio Sucre del Estado Miranda y de la Gran Caracas, William Ojeda, y de los caso mencionados de Miranda, Yaracuy y Carabobo. Adicionalmente la participación contribuyó as disimular las manipulaciones y el fraude electoral, tanto local como nacional.

Este liderazgo de los zulianos carece del sentido de la política del estadista, de la proyección nacional, del nivel de humildad para comprender que también el régimen requería, para alcanzar sus propósitos propagandísticos, del triunfo de las oposiciones. La comprensión de esta cooperación, aunque hubiese sido involuntaria, el reconocer los méritos del resto de Venezuela, es otro paso necesario para merecer el título de CUN. El Zulia al igual que Nueva Esparta y las alcaldías de la capital bajo “control” de las oposiciones, han trabajado eficientemente en la promoción de los valores, pasiones e intereses de sus estados y municipios, pero al proyectar sus aspiraciones nacionales demostraron que no habían entendido las necesidades de desarrollo y consolidación de las instituciones de la nación; su aproximación siempre ha sido la de la “eficiencia zuliana”, de la “gerencia de Chacao y Baruta”. Esta línea de acción política coincide con los temas “autorizados” para la campaña electoral, que insito, excluyen de manera radical todo aquello diferente a la evaluación y comparación de resultados de la gestión pública. Este tema sería legítimo en una democracia y ha sido útil para despertar sectores populares, pero ¿a qué costo?

La condición de Candidato de la Unidad Nacional-CUN no puede quedarse en el nivel simbólico parcial del sector que cree que la participación-votando es la vía única, debe transformarse en respeto por la posición legítima y lógica de no votar para no contribuir con la legitimación del fraude electoral ni del régimen antidemocrático; debe asumir seriamente el liderazgo que represente los intereses democráticos, libertarios y de la dignidad nacional e individual. No puede atropellar ni agredir a los “abstencionistas”, ni mucho menos asignarles la responsabilidad de su eventual derrota, que lo “conduciría al gallardo reconocimiento” de los resultados y el retorno de su líder al despacho de Gobernador del Zulia. La responsabilidad va mucho más allá y está íntimamente vinculada a la obligación de denunciar las inaceptables condiciones electorales, es asumir el liderazgo del diseño de “espacios” nuevos de participación en la cruzada por el restablecimiento de la democracia y, no sólo por el limitado alcance de la designación de un gobierno eficiente. La participación no puede estar condicionada exclusivamente a votar, máxime cuando el CUN no representa los intereses de los “abstencionistas”, por el contrario como hemos establecido y repetimos, los somete al escarnio público y los responsabiliza del resultado adverso.

El CUN exige la firma de un cheque en blanco sin ofrecer garantía alguna de la oportunidad, ni de las condiciones del cobro de la voluntad electoral de los sufragantes.

Las limitaciones estratégicas de la acción política electoral vienen de los acuerdos visibles en el comportamiento tanto del régimen como de las oposiciones, que impiden que se establezca como elemento de partida la situación irreversible e irregular de “fuera de juego” permanente que el régimen sostiene desde el 15AGO04. Esta realidad se ha pretendido disimular y consolidar mediante la celebración de múltiples actos electorales con la proclamación de candidatos de las oposiciones, pero la realidad del uso de la fuerza, de las armas, del terror, del crimen, del verdadero terrorismo de Estado, para obligar a la Sociedad Civil a aceptar la usurpación de la Presidencia de la República no legitima tal usurpación. Este hecho es jurídicamente imprescriptible. Al mismo tiempo se pueden explicar los compromisos que las oposiciones adquirieron al aceptar, en semejantes circunstancias de ilegalidad, de dilución del Estado, tales proclamaciones, entre ellas la de gobernador del propio CUN.

La salida electoral en nuestro caso, como producto de la propaganda y manipulación de la opinión pública puede parecer paradójico, pero es con absoluta claridad no democrática, ni posible, es una contradicción en ella misma, es irresponsable, porque además de legitimar el marco jurídico-político para la realización de elecciones, ya conocido, conduce a enfrentar en este ambiente polarizado a masas no preparadas ni orientadas para contribuir a combatir el crimen organizado, ni mucho menos el terrorismo de Estado desarrollado por el régimen. La pretensión parece ser la de generar una avalancha humana que catalice una “supuesta” reacción violenta, que a su vez conduzca a una crisis política por el desconocimiento de la voluntad de los electores. Es decir trasladando de manera inexplicable la “carga” de la prueba, de la demostración del fraude, evidente en cada elemento del cronograma electoral, a las condiciones más adversas, las electorales y post electorales, adversas y en manos perversamente inescrupulosas, mientras el régimen usurpa los poderes públicos y las pruebas del fraude están todas a la vista sin que sean seriamente denunciadas, mientras todas se esfumarán posteriormente.

Ante la imposibilidad demostrada de resolver las diferencias políticas ni elegir los funcionaros de los gobiernos por la vía electoral. Ante el desarrollo de los acontecimientos a partir del Referéndum Consultivo de FEB2003 y las condiciones objetivas actuales, el camino que nos señala de forma iluminada la CRBV99 nos ofrece pasos precisos, democráticos, establecidos en sus artículos 333 y 350. Es en ese caso al régimen, a quien correspondería demostrar que no existen condiciones para invocar tales artículos. La denuncia de la violación generalizada del Estado de Derecho y el consecuente desconocimiento de toda autoridad cómplice, no deben ni pueden ser considerados como conspiraciones y deben ser debatidos y discutidos de manera publica. En estas circunstancias sería mucho más favorable elevar la presión sobre la opinión pública de las naciones cuyos gobiernos, sencillamente consideran a Venezuela como un botín, y prestan sus servicios a un régimen criminal y delincuente para asegurar su participación en el “desarrollo”, que sólo si señalamos los mecanismos de asignación de proyectos y contratación, no son sino escenas del saqueo de las riquezas nacionales.

El CUN tendría la oportunidad de transformarse en un verdadero líder para el restablecimiento de la democracia, para ello requiere asumir la responsabilidad de defenderla en toda Venezuela, no solamente en el Zulia, como lo ha venido haciendo antes y durante este simulacro de campaña electoral. Su apuesta se desarrolla de acuerdo con su campaña, para intentar un triunfo electoral en condiciones imposibles anunciando su retorno a Maracaibo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario