Junio 25, 2006. La seriedad de las universidades y el RE

LA SERIEDAD DE LAS UNIVERSIDADES Y EL REGISTRO ELECTORAL.
Rómulo Lares Sánchez. 25.06.06

Una de los últimos actos de la comedia venezolana, relacionados con el tema político-electoral, escenificado con gran audiencia ante la opinión pública es la propuesta de auditar el Registro Electoral que hicieron los rectores de las universidades Central de Venezuela-UCV, Simón Bolívar-USB y Católica Andrés Bello-UCAB al Consejo Nacional Electoral-CNE de Rodríguez-Mejías. Ésta, según los entendidos, se produjo mediante la sugerencia desde alguna oficina del régimen, dentro del marco de la continuación de lo que sería un previo acto: “la apertura al diálogo entre los precandidatos presidenciales y el CNE”, tarjeta de presentación del CNE designado por la AN, de Lucena-Hernández que determinó el desfile y la designación de representantes personales de todos los precandidatos ante el CNE, con la excepción del único candidato Hugo Chávez.

El único candidato, quien directamente y por intermedio de los diversos despachos dependientes del Poder Ejecutivo, de su influencia y dominio de los demás poderes públicos, Asamblea Nacional-AN, Tribunal Supremo de Justicia-TSJ y Poder Ciudadano-PC, interfirió hasta impedir el Referéndum Consultivo-RC del 2FEB02 sobre su gestión, inmediatamente después impidió la ejecución del Referéndum Revocatorio-RRI solicitado por más de 3 millones de ciudadanos, posteriormente mediante la complicidad de todos los poderes públicos del Estado y la colaboración e indiferencia de los partidos políticos de las “oposiciones”, interfirieron en todas las etapas del RRII y en las diversas actividades del 15AG04, efectuándose las transmisiones de datos ilegales desde y hacia las máquinas de votación, la manipulación y el control de los votantes y del secreto del voto mediante las capta-huellas, la prórroga del lapso de votaciones injustificada, la injerencia de la Fuerza Armada Nacional-FAN-CUFAN, pero mucho más determinante y violatorio de las leyes, normas, principios y el espíritu de las elecciones libres, fueron todas las acciones previas, tales como: la violación de múltiples normas electorales en cuanto a campaña, la segregación, persecución y “amedrentamiento” de electores mediante el uso de la lista “Tascón” en las oficinas públicas, de cedulación, pasaportes, control de divisas o de impuestos, el abuso de los medios de comunicación social, la persecución de oponentes, disidentes, comunicadores sociales, la selección de los miembros de todos los cuerpos electorales.

A la larga serie de violaciones señaladas anteriormente, que determinan individualmente la exclusión de un acto electoral de su marco legal y democrático determinando la pérdida de la legitimidad de los responsables, se suma también la de los proclamados. Pero aún debe fundamentalmente incluir la acción ilegal de emisión de cedulas de identidad e inscripción en el RE de forma industrial y clandestina, responsabilidad directa de Hugo Chávez, por lo que hundió y perdió la legitimidad de Presidente otorgada por el propio CNE en la elección presidencial de DIC00. Es decir, Hugo Chávez perdió su investidura por la vía electoral el 15AG04, pero siguió manteniéndose a la cabeza del Estado mediante la fuerza y la complicidad de las instituciones nacionales.

La anterior razón, la fuerza, explica cómo ha sido posible que un ciudadano señalado de manera pública, notoria, ante los medios de comunicación social, de semejantes violaciones a las leyes y normas electorales, cívicas, ciudadanas, no sólo se mantenga a la cabeza del Estado sino adicionalmente se presenta de nuevo como candidato, cuando debería haber sido eyectado de la Presidencia y enjuiciado, con sus cómplices, por la larga lista de crímenes de diverso orden, de los que se le atribuye directa responsabilidad.

Las universidades CV-SB y CAB no “cayeron en la trampa electoral”, sus rectores en todo caso serían los que fueron involucrados en esta farsa electoral. Prominentes miembros de éstas y otras universidades nacionales y privadas habían participado anteriormente y determinado con sus estudios e investigaciones, la gravedad del estado del Registro Electoral-RE, que llevó al ex Presidente del CSE, Dr. Carlos Delgado Chapellín a recomendar absolutamente rehacer el RE, debido a las graves anomalías denunciadas por los universitarios que habían participado en su análisis, anterior a la oferta de los rectores universitarios. Mi recomendación había sido, como condición absolutamente necesaria para recuperar la credibilidad del RE, la realización de jornadas del tipo “Censo Nacional de Población”, para asegurar la participación de toda la ciudadanía. La recomendación formal gira en torno a la propuesta que la directiva del CNE, presidida por Alfredo Avella y de la Comisión de Registro, presidida por José M. Zerpa, adelantaron como primer paso para darle cumplimiento por primera vez a la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política-LOSSPP de 1998, a pesar de la oposición interna y externa del régimen y de los partidos políticos en cuanto a la publicidad del RE, –incluyendo las direcciones, como lo establece expresamente el artículo 95 de la LOSSPP --, mediante la publicación mensual del RE entre los meses de AG02 y JUN03; acción particularmente necesaria y fundamental para la puesta en funcionamiento de las Vecindades Electorales, establecidas en la misma ley en sus artículos 67 y 68, tampoco cumplidos hasta la fecha, lo que permitiría la participación directa de los ciudadanos en el mantenimiento y fiscalización del RE.

La anterior sí sería una propuesta de los rectores universitarios cónsona y consecuente con el debate y los estudios realizados por miembros de las propias universidades en relación con el RE, nunca la propuesta aislada de “auditar el RE”, sistema que no permite desde AG03 identificar qué base de datos la conforma, es decir, se habla del RE pero nadie sabe cuál es el que ha usado, usa o usará el CNE, porque al no haber sido publicado se transformó automáticamente en clandestino. Es decir, para un observador profesional del tema, la mayoría están dentro de las universidades, el RE que se use para construir todos los instrumentos electorales es por definición inauditable, de allí la fuerza de la propuesta nuestra de rehacerlo íntegramente, porque se requeriría necesaria y absolutamente la aceptación de los participantes por medio de la confianza. Adicionalmente al tema de la publicación o de la clandestinidad, se suma la manipulación y el absoluto rechazo de la base de datos del sistema que lo alimenta –el Archivo de Venezolanos Cedulados-AVC-, sistema inauditable que lo condiciona, además de su incorporación automática al RE, también inauditable, ambas operaciones en manos del Ministerio del Interior y Justicia y de asesores extranjeros.

Pero a las profundas y mortales deficiencias técnicas que determinan la imposibilidad práctica de utilizar un RE clandestino en próximas elecciones, tales como las mencionadas, se anteponen otras de carácter teórico y ético que individualmente determinarían la ratificación del rechazo a la farsa electoral venezolana ya manifestado contundentemente por los ciudadanos el 4DIC05.

En primer lugar: De la propuesta universitaria debemos subrayar la “buena fe” de los rectores universitarios, así como su legitimidad como autoridades designadas autónomamente por las instancias internas de sus comunidades, es decir la debida competencia personal para comprometer en el tema sus instituciones, al margen de autorizaciones de otros cuerpos colegiados universitarios, en virtud del carácter político especial, trascendental y polémico, fundamentalmente histórico para el país, para nuestra democracia. En consecuencia 3 rectores universitarios legítimos, con su propuesta personal otorgan ante la opinión pública un piso de credibilidad, una legitimidad al CNE, institución absolutamente cuestionada en su origen, por el propio origen a su vez de una Asamblea Nacional ilegitimada por el rechazo de la ciudadanía, por su composición monocolor, por el círculo perverso de la ilegitimidad del propio CNE que proclamó su miembros y, sobre todo, por el desempeño absolutamente fraudulento de las directivas Carrasquero-Zamora, Rodríguez-Mejías y Lucena-Hernández. ¿Cómo puede entonces una institución seria involucrarse con semejante ambiente y situación?, que por lo demás confunde a la ciudadanía por el traslado de prestigio que los legítimos rectores universitarios cedieron a los ilegítimos rectores electorales.

En segundo lugar: La propuesta universitaria como objetivo principal declaró la búsqueda de la confianza de los ciudadanos en el RE, como vía para rescatar el voto, para incrementar la participación en el acto electoral programado para el 3DIC03, a pesar de las muy negativas conclusiones ya mencionadas, que los propios especialistas universitarios de altísimo nivel y prestigio anteriormente le habían asignado tanto al CNE, al Sistema Electoral Venezolano, como particularmente al RE, las que eran conocidas por las universidades y que adicionalmente determinarían la recomendación firme sobre la imposibilidad del uso del Sistema Electoral hasta no producirse profundas y diversas modificaciones, entre las que el RE es sólo una más de las que, individualmente, condicionaría los resultados electorales.

El país requiere seriedad en las acciones de sus hombres, mujeres, de sus instituciones, condición absolutamente necesaria para devolver la credibilidad de las propuestas y acciones tendientes a la salida de la gravísima crisis institucional, histórica, que amenaza la propia existencia de la Nación. Los errores, consustanciales a la propia naturaleza humana no se pueden multiplicar como ha sido el caso de la actuación de los rectores universitarios, por la importancia y credibilidad de las universidades involucradas, exponiéndolas a la criminal manipulación de la opinión pública nacional e internacional, directamente mediante las interpretaciones premeditadas sobre “la auditoria universitaria del RE” y mediante la falsificación de encuestas, estudios, reportajes en el tratamiento de los acontecimientos. Se requiere más que de buenas intenciones para contribuir a rescatar la democracia.