Rómulo Lares Sánchez. 12.07.06.
La expresión: “la venta del sofá”, como solución al embarazoso problema de contribuir con el retorno de la fidelidad de la pareja, la he escuchado en conversaciones entre venezolanos nacidos durante la primera mitad del Siglo XX; probablemente tenga arraigo fuerte como expresión de la cultura de nuestra sociedad. En todo caso, el comportamiento personal y social de las élites en la Venezuela actual, expone claramente la estrategia de la “negociación del sofá” como la vía equivocada para salir de nuestra muy grave, catastrófica crisis.
Los medios de comunicación, indispensables en cualquier democracia han privilegiado la “continuidad de la empresa” a la “continuidad del Estado”, confundida con la “continuidad de la República”. A esta confusión se llegó luego de haber asumido en un pasado reciente, los medios radioeléctricos y escritos, la dirección de la política nacional. Hoy, absolutamente más agravada la situación que los “obligó” a tomar la “dirección política para el rescate de la democracia y de la nación”, se incorporaron a la administración de la distribución del presupuesto público para los medios y para la empresa “pro revolucionaria”. La justificación para atender sus prioridades ha sido colocada sobre los hombros de la denominada Ley “Resorte”, mediante lo que podríamos también adaptar “al alquiler del sofá” ante la denominada “autocensura”.
Creo que a esta fecha en Venezuela, sólo espíritus muy limitados o evadidos permanecen ajenos, insensibles a la tensión que vive el país, sus ciudadanos. Me refiero a aquellas tensiones particulares de la crisis venezolana, distintas a las que viven la mayoría de los ciudadanos de cualquier otro país del mundo, sin libertades, sin democracia. Me refiero a la persecución, el engaño, la traición, el asesinato, la desesperanza, la pérdida de la fe, de manera industrializada mediante su promoción bajo franquicia, en grados tales que pasaremos a la historia trágica de la humanidad.
La falta de principios proviene, en buena medida de la falta de hogar, de la "escasez" de familia; lo que permite a su vez que se acepte la misma falta de principios en el aula, en todos sus niveles, lo que explicaría claramente la inexistencia de esos mismos principios en el ejercicio profesional, en la prestación de los servicios que requieren la vocación de sus practicantes: escuelas, hospitales, policía, tribunales, cárceles, administración pública, fuerza armada, iglesia. No podemos esperar otra cosa de aquéllos dónde la vocación “de servicio” no es requisito indispensable.
¿Por dónde comenzar? Difícil la respuesta. Con el déficit de valores éticos, de principios, acumulados durante las últimas generaciones. Pero,sin lugar a dudas la respuesta sería actuar absolutamente en función de la promoción de los valores de la libertad y la democracia.
¿Cómo establecer los mecanismos de acción? De acuerdo con el principio cronológico. No pueden seguir siendo reconocidas autoridades nacionales, estatales, municipales, ni parroquiales, por cuanto todas perdieron progresivamente su legitimidad y legalidad, sin lugar a discusión desde la óptica de la ciencia, la matemáticas, la administración de lo electoral, y hoy, desde el Teniente Coronel (Ej.-R) Hugo Chávez, hasta el último miembro de junta parroquial, son todos ilegítimos y usurpan la función pública.
¿Se puede resolver tal situación? La respuesta afirmativa la ofrecería la mayoría determinante de venezolanos el 4DIC2005, cuando a pesar de todos los riesgos, persecuciones, fraude, miedo y terror, se manifestarían ejerciendo su derecho fundamental, también a no votar, a pesar del voto virtual. Sería clarísimo su mensaje. El otro derecho del ciudadano, como elector, de inscribirse en el Registro Electoral-RE no fue respetado por el régimen, siendo todos inscritos automáticamente, sin haberlo solicitado para cada convocatoria particular.
Como lo han expresado algunos conocedores y expertos de la historia y el folklore nacional: agotada la vía electoral, una salida mediata sería posible restringiendo al mundo militar los riesgos, los daños y las bajas que el cumplimiento de nuestros deberes ciudadanos conlleve. Con el propósito de recordar sus obligaciones remití en correspondencia el 5JUL2006 al nuevo Ministro de la Defensa, solicitándole el restablecimiento del Estado de Derecho, y la acción inmediata para detener las acciones de los usurpados poderes públicos, abiertamente dedicados a desconocer la soberanía del colectivo ciudadano y actuando en contra de sus intereses como de la nación. Solicité el inicie del restablecimiento del la Constitución mediante la restitución, como primer paso necesario, de las legítimas autoridades electorales.
El otro factor que actúa en el negocio del sofá sería la iglesia. Los responsables de las iglesias en general, particularmente la católica, muy lejos de la lógica terrenal que los acercaría como servidores de Dios al plano espiritual, superior, para actuar primero en defensa de los derechos humanos, habrían demostrado no estar a la altura de las circunstancias, privilegiando abierta o soterradas las “negociaciones” diversas, desde las alturas del capelo cardenalicio, hasta las contribuciones del presupuesto y las finanzas públicas de la Nación para la “acción social”, pasando por el respaldo a proyectos desviados tales como el escándalo bautizado “Ojo Electoral” del Centro Gumilla.
Demostrada entonces la absoluta incapacidad de liderazgo de las instituciones públicas, gremios, sindicatos, universidades, partidos políticos, debemos considerar tres instituciones que consideramos indispensables para “despertar” y salvar la Nación: las FUERZAS ARMADAS-FFAANN, no la FANB, las IGLESIAS y los MEDIOS de COMUNICACIÓN. El primer tema que debe ser desarrollado para obtener la cabal comprensión es el rechazo del país al Sistema Electoral y a “su voto”, expresado con absoluta claridad el 4DIC2005.
¿Cuál deberíamos entender habría sido el mandato del pueblo ese día? Comparto la tesis sostenida según la cual el mandato fue muy claro: tanto “RECHAZAR EL SISTEMA ELECTORAL-SE como DESCONOCER LA ASAMBLEA NACIONAL-AN”. Pero, ¿qué es lo que ocurrió de inmediato?: Todas las instituciones, incluyendo la iglesia, las FFAANN y los medios de comunicación actuaron con absoluta “normalidad”, se dispusieron a colaborar “por el bien de la República" participando en la formación de leyes; presentando y promoviendo casos a las diversas comisiones permanentes, solicitando ajustes del presupuesto, hasta quizás la más despreciable de las acciones: la designación “de acuerdo a la ley” de un CNE. ¡Qué descaro!
A la fiesta de la legitimación de la AN organizada por el régimen, los responsables de las "oposiciones" y de las instituciones en general, asistieron y han venido, con su respaldo y participación, consolidando, fundamentalmente irrespetando y revirtiendo la orden directa del soberano en las urnas escrutadas el 4DIC2005, confundiendo tanto a la Nación como al mundo, haciéndoles pensar que sí podemos resolver nuestras diferencias mediante el voto.
Después de los escándalos electorales relacionados con la evaluación de la gestión como Presidente de Hugo Chávez: 1) Referéndum Consultivo Presidencial, saboteado persistentemente por el Poder Ejecutivo y los demás poderes públicos, definitivamente impedido mediante la violación de los derechos humanos de los venezolanos mediante una decisión indigna de la Sala Electoral Accidental.-SE(A) del TSJ, que suspendió su convocatoria por el CNE para 2FEB2003, solicitado por más de dos (2) millones de ciudadanos; 2) Remoción ilegítima e ilegal de las autoridades del Poder Electoral-CNE, por la Sala Constitucional-SC del TSJ, designando “otro CNE” para desconocer y anular la solicitud firmada recibida por el CNE “legítimo” por alrededor de tres y medio (3.500.000) millones de ciudadanos, para ejecutar el primer Referéndum Revocatorio-RR1, previsto en Septiembre de ese año 2003. 3) Violación de toda norma, ley, estatuto y Constitución, para impedir la organización, convocatoria y ejecución del segundo Referéndum Revocatorio-RR2, es decir el tercer intento, dentro del marco legal, constitucional, electoral y pacífico, para dirimir el conflicto político alrededor de la gestión del mismo funcionario usurpador de la Presidencia, Hugo Chávez, burlando descaradamente en todos los casos los derechos políticos, civiles, buena parte de la lista de Derechos Humanos de los ciudadanos en razón de las criminales consecuencias de la acción de un Estado Forajido, manteniendo dicho usurpador de facto el control del territorio,la nación, mediante la disposición de las finanzas públicas sin control alguno, y el despliegue irregular de la fuerza armada y los diversos órganos policiales y administrativos del Estado.
Como consecuencia directa del fraude electoral durante la preparación del RR2, Hugo Chávez finalmente habría perdido en las urnas el 15AGO2004, mediante fraude escandaloso que anulaba la abrumadora mayoría, su condición de Presidente de Venezuela, función que usurpa a partir de esa fecha. Progresivamente se deslegitimarían el resto de las instituciones del Estado, el caso de la Asamblea Nacional-AN en la también fraudulenta elección del 4DIC2005 antes referida, por lo que se requiere de elecciones verdaderas para restablecer la legitimidad del resto de los Poderes Públicos e instituciones, no solamente la de los miembros de la AN y de la Presidencia de la República, sino también la de los alcaldes y gobernadores, concejales municipales, consejeros legislativos de los estados y miembros de las juntas parroquiales, así como los miembros de
los Parlamentos Latinoamericano y Andino.
“Negociar el sofá”, definitivamente no permitirá que Venezuela recupere su democracia, que los ciudadanos recuperemos nuestras libertades. En consecuencia debemos imperativamente enfrentar la crisis institucional terminal, entendiéndola y aceptándola como el resultado de la acción deliberada del régimen para la progresiva destrucción de las instituciones -ante la errática y dispersa reacción, hasta la complicidad de los partidos políticos, instituciones, ciudadanos- mediante el reconocimiento de la “realidad”, del problema de fondo, que se resume en la pérdida de la vigencia de la Constitución de 1999-CRBV99. En lo político, inmediato y mediato, la solución pasa por ignorar o anular las fraudulentas acciones electorales, es decir, desconocer todas las autoridades proclamadas como resultado de tales irregularidades, como también lo ordena específica y claramente la misma Constitución en su Artículo 350.
En tales tareas de desconocimiento estamos comprometidos y obligados todos los ciudadanos por disposición clara del Artículo 333 de la Constitución, que establece claramente: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.
Pero no podríamos hablar de democracia, ni de libertades, sin restablecer el Sistema Electoral, ni el voto como “ladrillo” fundamental para su construcción y desarrollo. Según José Ortega y Gasset en “La rebelión de las masas”: “La salud de las DEMOCRACIAS, cualesquiera que sean su tipo y su grado, depende de un mísero detalle técnico: el procedimiento electoral. Todo lo demás es secundario. Sin apoyo de un auténtico sufragio, las instituciones democráticas están en el aire”.
La marcha decidida hacia la obtención de condiciones para la aplicación urgente de las disposiciones constitucionales mencionadas, esta absolutamente en las manos de los ciudadanos venezolanos; su promoción y cumplimiento permitirá la comprensión por parte de la opinión pública local, extremadamente confundida, pero será su cumplimiento también requisito indispensable para documentar y aclarar nuestra realidad política ante la opinión pública nacional e internacional, para promover el respaldo de los Estados demócratas, de manera de balancear y compensar los “intereses” de los Estados que, independientemente de su régimen, se benefician en este momento de acuerdos económicos, comerciales, petroleros, militares y políticos, sin entrar en consideraciones en cuanto a la calidad ética, legitimidad, o alcance de los privilegios concedidos por estos acuerdos, por autoridades ilegítimas e ilegales en circunstancias también carentes de legitimidad o de legalidad, y sus efectos para Venezuela y para las relaciones futuras con los Estados contratantes.
La organización por parte de SUMATE de las denominadas elecciones primarias, sería una iniciativa legítima para promover el ejercicio de los derechos negados a los ciudadanos, particularmente el político a la participación, mediante elecciones que permitirían contrastar ante el país y el mundo, un acto electoral organizado íntegramente por la Sociedad Civil con las farsas organizadas por el CNE desde el 2003. Lamentablemente, las contradicciones de las primarias de SUMATE, al no contribuir con el objetivo fundamental de contribuir con el establecimiento de un Sistema Electoral-SE que produzca, que conduzca a un producto-VOTO confiable y aceptado por la sociedad, exponen al país democrático a una mayor confusión y frustración.
La iniciativa de SUMATE pretendería elegir un único candidato para enfrentar al régimen claramente dictatorial, pero no lo podrá garantizar. Aunque se eligiera un candidato único, éste no tendría posibilidad alguna de lograr el objetivo-VOTO confiable. ¿Quién dijo y bajo qué términos se necesita de un “elegido” para defender el SEV-VOTO? Todos los candidatos y la candidata que participan hablan de “programa de gobierno”, critican la “gestión del gobierno”, igualmente los que no participan, pero el país lo que desea es DEMOCRACIA y LIBERTAD; ninguno las menciona.
Tales contradicciones alrededor de las “primarias” y de las elecciones programadas para el 3DIC06 por el CNE, se asemejan mucho a un debate familiar con relación a ¿qué hacer con el sofá?, ¿se vende?, ¿se alquila? ¿Qué tristeza! Que el experimento republicano iniciado en 1958, para el establecimiento trascendente de la democracia, concluya en estas banalidades. Dependerá solamente de las acciones de los ciudadanos para que esto no sea definitivamente así, de los ciudadanos en franca oposición y tomando distancia de los dirigentes políticos, así como ya lo hicimos el 4DIC05, cuando dijimos ¡basta! a la burla y al fraude electoral.
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