Rómulo Lares Sánchez. AGO2008.
Los mercaderes y mercenarios de la degradada práctica local de la política, respaldados por una inversión pública monumental en publicidad, propaganda y la manipulación de la opinión pública apoyada con los medios de comunicación social y las encuestas, pretenden convencer a la sociedad y al mundo que es imprescindible para la continuidad y la existencia de la nación, la realización de las “elecciones” regionales programadas “constitucionalmente” para el 23NOV2008.
Insisten con este argumento, mientras en escandalosa contradicción callan y se niegan a admitir o debatir sobre la desaparición del Estado democrático de Derecho y de Justicia-EDDJ, tampoco a examinar la larga lista de violaciones constitucionales de las que serían responsables los usurpadores de los cargos de representación popular y sus designados para la administración de la nación, de los estados y de los municipios y adicionalmente, los responsables directos en el origen del fraude electoral permanente y continuado del Sistema Electoral-SE-CNE-VOTO.
La nueva desconfianza en el SE-CNE-VOTO en razón de los escándalos recientes en la selección de los candidatos “únicos” rojos del régimen para las “elecciones regionales”, se consolidó finalmente como una preocupación común con la de las mayorías y minorías nacionales.
Quedaría confirmado lo que todo el país percibía y conocía desde 2003, cuando ahora también los simpatizantes y militantes “demócratas” del régimen denuncian el fraude en tales procesos y desconocen sus resultados, así como lo han venido haciendo las verdaderas víctimas activas directas de nuestro fraude electoral permanente y continuado: los ciudadanos, inhabilitados muchas veces a partir del Referéndum Consultivo del 2FEB2003.
Es imposible seguir evadiendo la realidad cuando rojos y azules se han unido otra vez a la Sociedad Civil-SC en su rechazo y desprecio por el SE-CNE-VOTO.
La estrategia de los usurpadores de los poderes públicos y sus aliados disfrazados de oposiciones, es la promoción de una “cultura única”, cuya conformación ha sido estimulada por la polarización roja-azul-roja, cuyo instrumento privilegiado para establecerla no es otro que la promoción de la acción bárbara y generalizada de la violencia, hasta la persecución política mediante el “apartheid criollo” administrado con las denominadas listas “Tascón” y “Maisanta”, la destrucción de todas las instituciones de la democracia y la operación del Sistema Electoral-SE-CNE-VOTO para el fraude permanente y continuado.
La persecución de los azules y también de los rojos, no disminuyó el carácter polarizador de la operación fascista, afiliada al crimen organizado transnacional, a la subversión, el narcotráfico, la legitimación de capitales y la asociación con otros estados totalitarios, dirigida por un Estado promotor directo del terrorismo nacional e internacional, mediante acciones clandestinas y también públicas.
Rojos y azules han convenido las condiciones de un juego sucio, criminal y despreciable, que no aceptamos la mayoría conformada por la sumatoria de las minorías que no han encontrado como canal de expresión política las “opciones únicas” del azul o del rojo, quienes son despreciados, atacados e incorporados como objetivos del mecanismo de persecución por el “delito” de manifestar su rechazo y desprecio por la violación directa, sistemática de los Derechos Humanos-DDHH, transformada por las consecuencias de la manipulación del SE-CNE-VOTO en crímenes de lesa patria y de lesa humanidad.
El impacto demoledor de la denominada “abstención” la transforma en el enemigo más temido del régimen, sus aliados y cómplices, obligados entonces a criminalizarla a pesar de las razones válidas y lógicas para sostenerla:
1) la desconfianza, hasta la convicción de que no es posible restablecer el EDDJ por la vía de ese VOTO y,
2) la convicción de que la “participación votando” sólo contribuye con la propaganda diseñada para encubrir el fraude electoral y consolidar la máscara democrática del régimen totalitario establecido a partir de 2003-2004.
A las presiones y coacciones oficiales y clandestinas para promover “a juro” la participación electoral, se ha sumado la avalancha permanente de propaganda disfrazada de publicidad democrática, ambos factores han logrado, por lo menos de forma cíclica, que las “invitaciones” para participar en los escándalos bautizados con el mayor cinismo de la historia nacional, “elecciones” o ”referendos”, sean atendidas en un caso o desatendidas en otro, por la casi unanimidad nacional, cuando se han sumado en un patrón general consistente tanto los rojos y azules como los abstencionistas.
Aquí estaría la explicación de cómo en este período de oscuridad de nuestra historia, se hayan registrado los record de la mayor y de la menor participación electoral respectivamente:
1) el Referéndum Revocatorio No. 2 del 15AGO2004, con alrededor del 85% y,
2) la “elección” de los miembros de la “mono-única” Asamblea Nacional-AN del 4DIC2005, con un 15%.
¿Qué buscamos los ciudadanos cuando reaccionamos asistiendo, no asistiendo o “anulando el voto” ante uno de estos despreciados “fraudes electorales”?
La respuesta ha estado siempre a la vista de todos: manifestar nuestras convicciones democráticas, nuestro interés para cumplir con el “deber ciudadano” participando –entendiendo algunos que existe también la opción de participar no asistiendo al acto electoral-.
Una de las trampas de los mercaderes del “totalitarismo democrático” local y su escandalosa propaganda ha sido la de condenar, denigrando como de inconscientes ciudadanos a los “abstencionistas”, verdaderos y auténticos patriotas, quienes en la realidad práctica y jurídica pagan un precio alto por la defensa de los valores de la democracia, expresada con una “participación abstencionista” para manifestar de esta legítima y legal manera nuestro rechazo y desprecio por la “democracia totalitaria”.
Lo trascendente es que nos hemos unido los verdaderos demócratas rojos, azules y “abstencionistas” para actuar con un objetivo común: restablecer el EDDJ para obtener la paz social y política, la reconciliación de la nación, -no entre los demócratas y los delincuentes, que no la puede ni debe haber hasta que cese la impunidad y cancelen sus deudas con la sociedad-, sino para detener el proceso de degradación permanente que la conduce por la vía de su disolución, a partir del golpe de estado permanente en el que se transformó la acción política en todos los aspectos de la función pública desde el 2001.
Los venezolanos convinimos a partir del experimento democrático iniciado en 1960, que sólo aceptaríamos los gobernantes mientras estuviesen investidos con la legitimidad de la consulta popular, mediante el sufragio universal, directo y secreto.
Este acuerdo, debidamente documentado mediante la Constitución de 1961, progresó sustancialmente con la Constitución de 1999, en cuanto al reconocimiento y protección de las libertades de los ciudadanos ante el Estado, además de la promoción de la tendencia universal hacia la protección de los DDHH, propulsando entre otros, los derechos civiles y políticos relacionados con la participación en los asuntos públicos, en el camino de la “democracia participativa” como evolución en la ruta hacia el futuro desde la “democracia representativa”.
Al fraude general de la legitimidad del origen de las autoridades que las convierte en usurpadoras del Poder Público, conduciendo necesariamente a su desconocimiento y a su remoción y/o derrocamiento, también se ha sumado la ilegalidad en el desempeño de la función pública debido a su actuación integral al margen del EDDJ.
De esta realidad no escapa ninguno de los titulares de los cargos públicos de elección popular ni tampoco los designados en segundo grado, todos usurpan tales posiciones y son responsables o cómplices de la violación de los DDHH de todos los residentes en sus circunscripciones, sin olvidar e incluyendo exiliados, detenidos, secuestrados, desaparecidos y asesinados.
Es decir, se ha ejecutado deliberadamente el ciclo completo del proceso de deslegitimación de todas las autoridades, tanto en su origen como también en su desempeño, para con el mayor descaro iniciar el segundo ciclo fraudulento de elección de autoridades el 23NOV2008.
En vista de la crisis extrema y ante la práctica desintegración de la nación ¿cómo explicaríamos la promoción de la feria electoral del 23NOV2008, verdadero fraude a la democracia, utilizando también de manera criminal las banderas de la descentralización, imposible siquiera de soñar mientras la participación en el “reparto” se efectúe exclusivamente en Miraflores y al margen del EDDJ?
Todos estos delincuentes, -quien irrespete la ley y viole los DDHH sistemáticamente, sólo puede ser calificado como delincuente-, públicamente confesos y listos para su juicio cuando se restablezca el EDDJ, o cuando se admitan algunas causas en las instancias jurisdiccionales internacionales, mientras tanto sin vergüenza alguna se promueven como “candidatos únicos”, lógicamente con un doble propósito, el de sepultar sus crímenes y el de mantener su cuota en el reparto del botín-presupuesto del Estado, mediante la promoción y participación en elecciones, a pesar del carácter destructor de su “democracia” e ignorando el rechazo y el desprecio de la Sociedad Civil-SC.
La extrema gravedad de la situación política, social y económica nos advierte de la proximidad de cambios dramáticos y visibles, de un huracán de violencia promovida por el régimen y sus asociados para disimular la creciente explosión de protestas de diversa índole, social, económica, política y también ética, mientras avanzamos en la ruta del fraude “único” rojo y azul del 23NOV2008.
¿Para qué necesitamos elecciones regionales? si parece evidente que, aunque fuese posible que cambiásemos el mapa electoral de las regiones y de los municipios de forma “legítima”, del rojo al azul o del azul al rojo, mediante elecciones absolutamente viciadas y por definición nulas, continuaría la crisis fundamental de la nación, con sus efectos sobre el régimen y sus aliados y que para los ciudadanos no presentaría solución alguna.
Las dogmáticas “elecciones regionales” del 23NOV2008 son promovidas públicamente con argumentos parciales y contradictorios tales como:
1) es una elección para retomar el proceso de descentralización y debatir sobre los problemas directos del ciudadano: los servicios públicos, seguridad, salud, educación, transporte, recreación, cultura, basura;
2) es una elección desconectada de la polarización nacional roja-azul;
3) es la mejor vía para designar administradores competentes, desconociendo la verdadera y deliberada intensión del régimen de destruir las instituciones y, para,
4) iniciar el rescate del EDDJ al modificar los colores del mapa regional, creando las “condiciones políticas” para deponer al régimen.
5) Porque no nos podemos quedar sin hacer algo.
Se pretende “enterrar y olvidar” con tales argumentos y estrategia, crímenes universales e imprescriptibles tales como:
1) la condición ilegítima e ilegal y el reconocimiento de los usurpadores de la representación del Estado y de los demás poderes públicos nacionales, de los estados y de los municipios, así como sus responsabilidades por acción u omisión en la corrupción-saqueo administrativo y en los abundantes crímenes y violaciones de los DDHH y,
2) la ilegitimidad e ilegalidad del SE-CNE-VOTO, tanto en su origen como en su desempeño general.
La inexistencia del EDDJ es un “karma” de carácter nacional y no es posible rescatarlo parcialmente en algunos estados y municipios, porque es un concepto y una realidad con carácter integral; fraccionarlo sería equivalente a concebir la posibilidad de la existencia de una “hembra medio preñada”.
El argumento del rescate de los “espacios” democráticos es un argumento hueco, cínico, cuya sola explicación giraría alrededor del interés de un individuo o grupo para obtener el control “administrativo” aparente, no político, judicial ni militar de los asuntos de su circunscripción, para participar en los negocios regionales y municipales, pero incapaz de modificar la realidad totalitaria nacional, al contrario, más bien contribuyendo a consolidarla mediante el fraude de la “distracción-fraude electoral”, que adicionalmente continuaría demostrando la existencia de elecciones y de democracia.
También como experiencia intermedia, como objetivo para promover su candidatura a niveles superiores de responsabilidad política.
El orden de los intereses personales, antes que los de la sociedad y la nación, ha inducido la asociación de los rojos con los azules con el respaldo de sus medios de comunicación social, para intentar sostener al régimen hasta el 2012, y en todo caso para permitir la sustitución del rojo por el azul o viceversa, lo que para la nación y sus ciudadanos significa hoy lo mismo y luce insoportable, porque mientras tanto avanza el proyecto del relevo alternativo rojo-azul para la dominación, una especie de “bipartidismo del Siglo XXI” o del "crimen organizado transnacional", al margen y de espaldas de la Sociedad Civil-SC no roja, azul, ni de los verdaderos demócratas y de los “abstencionistas”.
Así se comparte también el respetable presupuesto electoral con las encuestadoras, las empresas de publicidad en funciones de propaganda y los medios de comunicación social.
No se trata sólo de una cuestión ética, de valores y principios, aunque en definitiva sólo es posible la construcción de una sociedad libre y sana cuando se cuenta en sus fundaciones con valores éticos y morales, para determinar el carácter de los balances entre las fuerzas y los contrapesos de los diversos poderes e intereses de las instituciones públicas y privadas de la sociedad en democracia, para garantizar el respeto de los derechos individuales y colectivos, entre ellos el combustible y ladrillo fundamental para tal construcción: el sufragio universal, directo y secreto, administrado por un Sistema Electoral-SE en manos de la Sociedad Civil y realmente participativo, transparente, eficiente, eficaz y oportuno, que admita su auditoria íntegramente para satisfacer cualquier duda, para ganar su legitimidad mediante el respaldo de las mayorías, de las minorías y de cada individuo.
La consolidación o no de las denominadas “in-habilitaciones del Contralor” no es más que otra forma de perturbación de los acuerdos y negociaciones entre los “capos” rojos y azules, y de la violación permanente y continuada del EDDJ electoral, en práctica desde 2003, cuando se decretó la verdadera in-habilitación electoral de todos los ciudadanos; sin embargo, como ha sido la práctica hasta la fecha, sólo se van produciendo las reacciones de los afectados directos y de las víctimas del avance totalitario, es así como reaccionan en 2008 cuando sus “candidatos” y sus “partidos políticos” vieron afectados sus intereses en las negociaciones y acuerdos electorales para postularse, argumentando de forma contradictoria y cínica que ellos actúan para defender el derecho a elegir, “para garantizar el derecho ciudadano a votar por quien cada individuo desee”.
¿Ahora? ¡por favor!
Mientras la “in-habilitación” de los cerca de 400 pre-candidatos en nada cambiaría la trágica realidad política ni “electoral”, se continuaría consolidando con la participación de las “oposiciones” en las negociaciones y acuerdos un Estado del “crimen organizado transnacional” descrito inicialmente.
Entonces, ¿para qué necesitamos otro fraude electoral el 23NOV2008, con el que nada ganamos y mucho perdemos los demócratas, los ciudadanos?
Quedan las “listas” de los cómplices, encabezadas por todos los candidatos, quienes nunca podrán argumentar en su defensa su ignorancia o desconocimiento sobre la inexistencia del EDDJ, sobre el fraude electoral y la violación de los DDHH que promueven intensivamente en sus propias circunscripciones.
La sociedad democrática debería concentrarse en el objetivo básico: el restablecimiento del EDDJ, de la Constitución de 1999 que ha sido derogada, en realidad asaltada por una vía no prevista en ella, asumiendo cada ciudadano investido o no de autoridad, como ella misma lo ordena, la ruta, repetimos:
1) desconocer tanto a los usurpadores de la autoridad como a las leyes y normas promulgadas y,
2) actuar para remover a los usurpadores y sus leyes.
La actuación más efectiva de la SC comienza de nuevo por rechazar, desconocer y actuar para impedir el fraude electoral, como lo hizo de manera clara y contundente el 4DIC2005, para desconocer y deslegitimar la “AN”.
El tsunami mediático conduce también a muchos ilustrados a lamentar el “error de la abstención del 4DIC2005”, porque “no logramos nada y allí está la AN legislando y actuando”.
Pero, recordemos que la SC de forma autónoma e independiente torció el brazo de los partidos políticos, al obligarlos, –con la presión de sus manifestaciones, acciones y con el impacto de las encuestas- a retirar los candidatos de las oposiciones; ese fue un mandato claro y directo del soberano, ratificado durante el día de votaciones al actuar rechazando con un 90% de abstención y votos nulos, tanto al régimen como al SE-CNE-VOTO y particularmente a la AN.
Todo ello a pesar de la persecución y coacción organizada pro participe.
¿Quiénes son entonces los responsables del golpe de estado que desconoció la voluntad popular?, entre otros: el CNE, los mismos diputados de la AN y los demás titulares de los poderes públicos nacionales, los gobernadores, alcaldes, concejales, consejeros y miembros de las juntas parroquiales, así como los representantes de la SC y de los medios de comunicación social; estos últimos amanecieron el mismo 5DIC2005 invitando a los recién “elegidos” a participar en sus programas y entrevistas, y los demás pues cortejando el apoyo de los nuevos “diputados elegidos” para impulsar los programas de sus comunidades y regiones.
Los mismos que ahora ocupan un lugar en las listas de pre-candidatos y candidatos en el fraude en marcha para el 23NOV2008.
También son responsables aquellos ciudadanos que en vez de indignarse con la acción cómplice de los delincuentes, caen en la trampa del arrepentimiento, para tomar la única opción legítima, legal, democrática, lógica y “electoral” posible: el rechazo y la no participación en ninguna de las etapas del proceso electoral, incluyendo la abstención el día de votaciones, y se han dejado llevar por la corriente mediática en contra de la digna actuación de la militancia activa por el restablecimiento del EDDJ, “pro-abstencionista”.
El 4DIC2005 se habría producido el único “triunfo” de la sociedad democrática por la vía del fraude electoral.
Se condenó la legitimidad y legalidad de una AN monocolor, proclamada con sólo el 15% de participación, por un CNE ilegal e ilegítimo, en una de las tantas modalidades de fraudes electorales en las que se ha especializado.
Esa “AN” no tiene bajo ningún concepto jurídico, político, ético o lógico, legitimidad ni legalidad alguna.
Otra cosa sería el “triunfo” del 2DIC2007, cuyo resultado habría sido la carnada para “prender” la fiesta permanente de la democracia del 2008 (votaciones 23NOV), que reforzaría la idea de que el SE-CNE-VOTO sí funcionan; -aunque se asemeja con la del 4DIC2005-AN en todas las manipulaciones utilizadas, y en que tampoco serán publicados sus resultados definitivos--, evento que fue proclamado sospechosamente por los “únicos azules” en un acto patético, como símbolo de los “valores democráticos”, como el “¡primer éxito electoral de la sociedad democrática y la primera derrota electoral del régimen!” y, como la “demostración” de que el VOTO-CNE funciona.
Tal “victoria”, también ¡inspiró! a un grupo de notables para conformar el “Movimiento 2D-M2D”, que cada día luce más como una plataforma de lanzamiento-entendimiento simultáneo rojo-azul, similar a la línea editorial del medio nacional que lo respalda, en la “permanente fiesta electoral democrática del SE-CNE-VOTO” y para el porvenir, dejando siempre al margen a la Sociedad Civil.
Pero, ¿cómo explicar la complicidad en la desaparición de 1,8 millones de “votos” de actas en manos de rojos y azules, que sistemáticamente habían sido asignados a los rojos en proporción 70-30%, durante todos los actos electorales a partir de 2004, para entonces admitir el triunfo del NO azul por un 1% de margen irreversible y secreto?: pues, de la misma manera que el SE-CNE hubiera anunciado un triunfo del SÍ, en el caso de que tal resultado hubiese sido conveniente para los intereses particulares rojos-azules.
La desaparición de las actas deja abiertas las diversas hipótesis de fraude.