jueves, 10 de septiembre de 2009

LA ÉTICA DEL INGENIERO Y EL SUFRAGIO DEL CNE

¡BASTA DE PENDEJADAS! Rómulo Lares Sánchez. 5SEP2009

Dos muy estimados compatriotas y amantes de la Patria, Eddie A. Ramírez S., eddiearamirez@hotmail.com y elreydehierro@gmail.com, establecieron entre el 1 y 4 de este mes una correspondencia originada en el artículo del primero “Dirigencia opositora”, publicado en “ELUNIVERSAL.com”, que espero que continúe con un intercambio que dejaría establecidos con claridad los entretelones e intereses que se reparten la responsabilidad del debate censurado con vehemencia a partir del 4 de diciembre de 2005, cuando se “eligió” la Asamblea Nacional-AN, después de la expresión abrumadora nacional de desconocimiento del régimen allí representado por la AN y por el Poder Electoral-CNE, mediante la interpretación de la Constitución-CRBV en su Artículo No. 350 y adicionalmente por la acción coherente para presionar por el restablecimiento de su plena vigencia ordenada por su Artículo No. 333, cuando alrededor del 80% de los inscritos arbitrariamente en un Registro Electoral-RE fraudulento la manifestaron absteniéndose, con más del 4% de votos nulos a pesar del “control de asistencia oficial” de los beneficiarios de programas “sociales” del régimen, de contratos, salarios, beneficios o gestiones de muy diversa índole, es decir del miedo y el terror, ejerciendo una altísima presión sobre los candidatos de las “oposiciones”, las cuales se vieron forzadas a retirarlos para remachar la nulidad absoluta de ese acto denominado cínicamente “electoral”.

Esa nulidad absoluta de la AN tiene su fundamento en: 1) la planificación y ejecución detallada del fraude electoral en todos los aspectos previos al acto de votación, entre ellos el Registro de Electores-RE es sólo uno de las causales que individualmente determina la nulidad absoluta de los eventuales resultados, por lo que conduciría a la suspensión del acto en cualquier sociedad civilizada; 2) la escandalosa manipulación de los medios de comunicación y de la opinión pública; 3) el uso grotesco e ilegal de todos los recursos del Estado, central, estatal y municipal; 4) las múltiples irregularidades durante el acto electoral, en sus aspectos del uso de sistemas, equipos, personal y métodos irregulares, hasta el escrutinio, la totalización y la proclamación de resultados; 5) la participación exclusiva de los candidatos del régimen, determinándose una participación y conformación única monocolor – a pesar de la promoción de grupos disfrazados de “oposiciones” para transformarlos en frentes generadores de opinión --. Pero también son nulos todos sus actos-exhortos-normas-reglamentos-decretos-leyes, por el ejercicio de la actividad parlamentaria y electoral en general, al margen del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia (Articulo No. 2-CRBV)

Eddie Ramírez representa a los agraviados por el régimen de Petróleos de Venezuela, quienes como todos los venezolanos y residentes hemos sido víctimas de la violación de nuestros derechos humanos, de múltiples y asquerosas formas, hasta destruir después de diez (10) años nuestros proyectos de vida, de familia y de nación, terminando, muchos, emigrados, exiliados, desempleados, perseguidos, encarcelados, secuestrados o asesinados, como consecuencia de la persecución permanente y continuada del régimen que usurpa todos los poderes públicos y la representación del Estado, gracias a la colaboración, complicidad y asociación de las oposiciones, pero sobre todo, a los errores que ha cometido el colectivo, que hemos cometido las mayorías demócratas, quienes con mayor formación y preparación tenemos también mayor responsabilidad para velar por el futuro de la hoy perdida República donde nacimos, quienes en razón de tal comportamiento errático han contribuido y permitido el avance del régimen totalitario y militarista que hoy oprime a la nación, que no es expresión de ideología alguna sino del crimen organizado transnacional asociado a la subversión y terrorista en control de nuestro territorio, instituciones y activos.

Elreydehierro ha venido representando mediante sus escritos censurados y sólo distribuidos por intermedio del Internet, así como las diversas publicaciones ofrecidas por el FRENTE PATRIÓTICO en su página www.frentepatriotico.com, una Venezuela mayoritaria cuya voz fue silenciada por el régimen conformado por los usurpadores, colaboradores y cómplices disfrazados de oposiciones, mediante la negociación y el control absoluto de los medios de comunicación social, de propiedad pública o privados, todos al servicio del régimen, cuando accedieron mediante la censura a promover la división y la polarización entre los rojos y los azules, engañando y oprimiendo con ceguera –deliberada o inocente, da lo mismo, por sus similares y trágicas consecuencias-- a las mayorías nacionales ajenas al rojo y al azul que se han venido manifestando con claridad desde los últimos 15 años del experimento democrático iniciado en 1960 y a partir de la dictadura del siglo XXI iniciada en 1999. Sin embargo, todavía hoy elreydehierro no distingue entre “…..el fraude como la ley electoral”; ¡¿qué leyes?, si desde el 4DIC2005 el Poder Legislativo es usurpado y las leyes publicadas también son fraudes, así como las “decretadas” en el otro escándalo “habilitante” por el también usurpado Poder Ejecutivo desde el 15AGO2004!

No sería necesario conocer la identidad del reydehierro para reconocerle su razón, como él le propone a Ramírez para salir del anonimato, cuando en algún momento de delirio propio de las circunstancias nacionales se “comprueben” las trágicas consecuencias de la causa equivocada que acompaña y promueve nuestro líder del personal de cuello blanco petrolero; no tendría sentido ni motivo y sería sólo posible en la clandestinidad o en el exilio tal reconocimiento; ese es el centro de mi crítica desesperada para ambos, la ceguera ante la grandísima irresponsabilidad de insistir, apoyado en los recursos del enemigo y del traidor, en conducir el rebaño hacia su condena definitiva. Las circunstancias nos exigen seriedad en nuestro proceder, la guía de los valores y principios éticos construidos por generaciones y no por acciones espasmódicas y experimentales, como reacciones a la más escandalosa traición que hayamos conocido en estas tierras desde que, como proclaman los actores contratados por los mismos traidores en relación con el origen de nuestra existencia, cuando habríamos sido “descubiertos” por Europa y “salvados” por la Iglesia Católica.

Como seres humanos todos tenemos el derecho de equivocarnos, pero algunos tenemos menos o ningún derecho de repetir una y otra vez el mismo error. Debemos asumir la responsabilidad integral de nuestras contribuciones a la realidad que hemos construido. Pertenezco a una generación que recibió todas las oportunidades de esta tierra, como muchos otros privilegiados, sin distingo del origen o color de la piel, ni de haber nacido en ella, porque su generosidad nunca distinguió entre aquellos que la adoptaban, trabajaban y la amaban por una parte, o los que la explotaban pensando en otra como siguiente destino.

La Comedia Francesa no parecería menos original al compararla con nuestra “comedia” venezolana, que no hizo perceptible que las instituciones diseñadas durante nuestra historia para la construcción de la República tuviesen la fragilidad de la utilería de un “escenario” de teatro.

¿Qué fenómenos alimentaba esta debilidad institucional?: una posible explicación la ofrece la observación de los dramas político-sociales determinados por la patología histórica de los delirios por la “reelección”, renovada por los ex presidentes Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez, acciones que no habrían podido ser neutralizadas a pesar de ejemplos como el del ex presidente Rómulo Betancourt, cuando al concluir su mandato “constitucional” renunciara a la política activa y abandonara el país, para desde Berna, promover la contradicción que enlodaría el significado de la “acción democrática” al desconocer la expresión del soberano en elecciones internas, cuando éste escogería como candidato de Acción Democrática-AD a Luís Beltrán Prieto Figueroa, ante la apatía, la pusilanimidad de las generaciones de relevo de la cultura política, económica, sindical, profesional, académica y religiosa, invadidas por los partidos políticos.

Otro acto de pedagogía republicana y democrática lo habría ofrecido el mismo Carlos Andrés Pérez durante su segundo mandato, cuando a pesar del poder imperial del Presidente ante su partido y ante las instituciones del Estado, accediera con otro ejemplo de civilización para aceptar las consecuencias de su expulsión de la primera magistratura. La grave crisis política que empujaba el deslave de las instituciones por el agotamiento del sistema que las sostenía, daba muestras de generar sus propias soluciones; pero nos equivocamos, se trataba sólo de una alucinación, del espejismo del oasis que estaba seco.

La “comedia” impone recordar el papel del “pendejo” de Arturo Uslar Pietri, cuando después de una década seguimos contribuyendo con el rumbo equivocado, hacia el oscuro precipicio de la violencia “generalizada, total, permanente”. Se acepta como máxima de la gerencia profesional, incluyendo la política, que su remuneración depende de sus resultados y nunca del esfuerzo o el sudor que dejen sobre sus escritorios, en giras nacionales e internacionales o en la calle; así es considerada la gestión política en las sociedades civilizadas y también lo ha sido en las más primitivas. En Venezuela, demuestran una y otra vez su incompetencia, actúan en colaboración y complicidad con el régimen del crimen organizado transnacional asociado al narcotráfico y a la subversión, porque los resultados de su gestión, de sus “políticas” están a la vista, contribuyen a entronizarlo mientras ellos se aseguran sus “espacios” y sus presupuestos; ¡no renuncian ni los renunciamos!

Cuando un gerente muestra resultados inferiores a los comprometidos es alertado y eventualmente sancionado o despedido. La condición y mentalidad rentista imbuida en los genes de las últimas generaciones de gestores públicos en Venezuela, determinada por la condicionante simplificadora de “distribuidores de la renta petrolera”, pudiera estar en el origen de la explicación. ¿Cómo es posible que después de 10 años de errores, complicidades con el engaño de ofrecer y avalar lo imposible, pretendan algunos de los responsables seguir influenciando como guías para el restablecimiento del Estado de Derecho por la vía del sistema electoral del CNE, diseñado precisamente para burlarlo y desconocerlo, para crear resultados virtuales, para impedir la reconstrucción de las instituciones?

Se advirtió al detalle el fraude electoral y el carácter de utilería que tendrían los candidatos que serían reconocidos por el régimen-oposiciones como “representantes” del colectivo, la obvia imposibilidad de avanzar por esa vía virtual hacia la condición indispensable: el restablecimiento del Estado de Derecho y la legitimidad de las instituciones. Allí están los fracasos anunciados a la vista de todos, pero la atención del régimen y de los medios de comunicación social se distribuye de acuerdo con la proporción de los arreglos “democráticos” para recibir sus presupuestos de acuerdo con la “colaboración” con el estado central. Si su incompetencia y ceguera no les permitió ver lo que venía, cualquier ser digno estaría abrumado de vergüenza y hubiera renunciado. Paradójicamente esa renuncia hoy, de forma colectiva, podría desencadenar la reacción en cadena e irreversible de la nación para deponer al régimen.

El liderazgo petrolero no podrá ser exonerado de su responsabilidad por su contribución en la entronización del régimen, que ciertamente trastornó de forma criminal la vida de la “familia petrolera” pero también y primero la de la “familia venezolana”. Estos trastornos se denominan en la técnica jurídica vigente violaciones de los derechos humanos, con el carácter de crímenes de lesa humanidad y de lesa patria como consecuencia de su ejecución sistemática, adicionalmente sujetos a la jurisdicción planetaria y sin prescripción. La excusa nunca podrá ser la de que “se equivocaron” o ejecutaban las “órdenes”, ni que los medios de comunicación social sólo les permitían llegar hasta allí. En ese escándalo estarán acompañados con organizaciones no gubernamentales que con las organizaciones políticas se convirtieron en los verdaderos soportes del régimen, tales como SÚMATE, “Ojo electoral”, Grupo La Colina, Ciudadanía Activa o alguno de sus miembros promovido por Ramírez para coordinar la representación de la sociedad civil. ¡Por favor! La condición mínima para representar una organización o un colectivo es el respeto por sus ideales, principios y la defensa de sus intereses, dos características que contradicen la acción de representantes de las ong´s referidas.

1) El régimen mostró su carácter totalitario y su verdadera naturaleza desde 1999, dejando constancia en la manipulación de la gestión pública mediante todos los escándalos constitucionales, administrativos, jurídicos, políticos y electorales, de manera ininterrumpida hasta hoy; 2) La crítica más blanda de tal liderazgo y sus seguidores sería la de pusilánime, expresión del ignorante víctima de la manipulación de la opinión pública nacional e internacional, expresando puntos de vista falaces sobre el fraude continuado y permanente del Sistema Electoral y político, diseñado con el propósito de controlar “electoral-democráticamente” la nación, creando espejismos y resultados virtuales. Esta afirmación, que podría dar lugar a debates en el mundo de las “ciencias sociales”, no los admite en el de las “ciencias exactas”, del mundo cartesiano, positivista, de los números y de la ingeniería que compartimos como profesión con Ramírez; 3) No es admisible asumir nuevos errores para promover nuevos disparates. Sería otro escándalo reducir nuestra responsabilidad a retar a los equivocados, -- insisto: la buena fe o la complicidad no hacen diferencias en cuanto a los catastróficos resultados--, a los colaboracionistas y a los cómplices, para que ofrezcan una explicación póstuma de la pérdida de la república y de nuestras vidas, esta no es una acción lógica, ni digna, tampoco del ejercicio profesional de la ingeniería y por lo tanto inaceptable.

Eddie Ramírez, no archives el correo del reydehierro ni tampoco éste, te invito a que los medites; los petroleros son responsables de la pérdida de las libertades y de la “vida” de sus compañeros de PDVSA; también aquellos que anticiparon y percibieron el “tsunami” y se acogieron al chantaje de la jubilación negociada mediante la “cajita feliz”, abandonando el barco que significaba también el abandono de Venezuela, antes que las “mujeres y los niños”, siguiendo el ejemplo de sus “capitanes”, así como también de la destrucción de la República. Lo que quedaría es rescatar la dignidad y luchar por la causa justa, que en este caso sería el restablecimiento del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, la liberación de la opinión censurada en la academia, los sindicatos, los gremios, las cárceles políticas pero también comunes, en fin, la voz de las mayorías de venezolanos y residentes que hemos demostrado que la vía por la que ustedes han empujado y siguen empujando a la nación, nos ha conducido y conducirá por el precipicio por el que caemos libremente desde 2003; sólo quedaría prepararnos para el impacto final, para rescatar los ideales, la verdad, e iniciar en los escombros la reconstrucción de la nación.

Cuando en 1980 fui invitado a incorporarme al equipo para la internacionalización de PDVSA, decidí que con sus valores, actitudes gerenciales y los de su dirección, que comparaba hasta la congruencia con los de las Fuerzas Armadas Nacionales durante el régimen del penúltimo dictador Marcos Pérez Jiménez, sería imposible desarrollar ni consolidar las libertades en Venezuela, porque, adicionalmente, las tareas cuyos objetivos se encuentren ubicados en el futuro de una sociedad exigen la vocación de servicio, en niveles de la pasión del artista o del apóstol de alguna causa, o en general de valores diferentes y hasta contrarios a los que definían la identidad del miembro de la industria nacionalizada, no limitados a los de “la familia petrolera” que conformaba el “otro” estado dentro del Estado, así como lo habían conformado las FFAA de los 50, la PDVSA de los 80 y ambos con el resto de las instituciones a partir de 1999.

Un foro natural para debatir entre 180 mil ingenieros, el Colegio de Ingenieros de Venezuela, es dirigido por colegas cuya solidaridad nacional se exhibe en la contradicción, promoviendo como responsabilidades gremiales acciones no establecidas en la Ley del Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines, que no cumplirían ni hacen cumplir, hasta traicionar el Código de Ética, cuando legitiman y promueven al régimen y sus instituciones, en particular pero no en exclusiva al Poder Electoral usurpado-“árbitro-CNE”, presentándose como candidatos a gobernaciones, alcaldías y miembros de los diversos cuerpos deliberantes.

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